Candela, el personaje principal, narra en primera
persona su historia. Es cercana y amable. Empatizas fácilmente con ella, al
igual que con el resto de personajes que
se van uniendo al entramado de la novela, cuyas vidas se desarrollan de forma
sencilla, superando los problemas
cotidianos no exentos de momentos divertidos e irónicos. Otros son tristes y duros,
como el maltrato y abuso infantil en el seno familiar. El
cariño de la familia y la amistad sincera, ayudan a superar y seguir adelante
con la vida, sin perder la esperanza e ilusión de un futuro mejor.
La podríamos calificar de tragicomedia amena y fácil
de leer.